Ella Lo Sabía – Viernes de Terror #10

Viernes de Terror

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¡Volvemos con otra historia de terror!

¿Te suena la sensación de que una persona no sea quien realmente parece? ¿Que podría tratarse de un impostor? Cuando una persona ajena interrumpe en tu hogar, te provoca un terror inmenso; sin embargo, esta situación podría empeorarse…

Escucha «Ella Lo Sabía» y no volverás a ver a tu familia de la misma manera…

La Vieja Tía Kate era la mayor de cuatro hermanos. No tenía mucha suerte con los hombres y pasaba la mayor parte de su tiempo trabajando, por lo que a los 40 años todavía seguía soltera, así que siempre consentía a sus sobrinos con regalos; eran su mayor alegría. Era la tía favorita de todo el mundo.

Sin embargo, en el fondo, ella se sentía muy sola.

El ser siempre la solterona mientras todos a su alrededor se casaban y tenían niños le causaba un vacío muy grande. Cuando sus padres murieron, le dejaron una casa muy antigua en herencia, ya que ella les había estado cuidando durante muchos años. La casa era muy grande, y aunque al principio a Kate le causó una gran alegría, se hacía muy solitaria para ella.

Hasta que un poco después de cumplir 43 años, sorprendió a todos anunciando su repentina boda con Patrick, un hombre al que había conocido hacía apenas dos meses en una reunión de antiguos compañeros de trabajo.

A pesar de que todos en su familia dudaban de su relación, pronto se dieron cuenta de que estaban muy enamorados. Patrick era un poco más joven que Kate – tenía 39 años – pero era encantador y muy generoso con ella. Aunque nadie sabía mucho sobre él, todos le dieron la bienvenida a la familia, alegres de que Kate hubiese conocido a alguien después de tantos años de soledad.

Un mes después de haberse casado tuvieron la luna de miel, un año entero de viajes por varios países del mundo. Cada pocas semanas enviaban una carta desde cada lugar que visitaban, acompañado de una divertida foto.

Todo se veía perfecto hasta que la pareja volvió del viaje.

Kate empezó a cambiar. Dejó de dormir en la misma cama que Patrick, y tiempo después insistió en que durmieran en habitaciones separadas, volviéndose cada vez más impredecible. Kate aseguraba escuchar ruidos extraños en toda la casa: escuchaba arañazos en el suelo, una voz llamándola y aterradores gemidos que parecían venir desde dentro de las mismas paredes.

Mientras más trataba Patrick de contenerla, más paranoica se volvía. Le gritaba y empujaba, diciéndole que se alejara de ella. Pasaba días enteros encerrada en su habitación, enloqueciendo cada vez más.

Llevados a este punto su familia la llevó a un psiquiatra, y después de varias pruebas le diagnosticaron con una enfermedad conocida como el Síndrome de Capgras. Es una rara condición donde la víctima cree que alguien cercano ha sido reemplazado por un impostor idéntico. Kate aseguraba que Patrick no era su esposo – sino algo que se veía y actuaba como él.

Su familia tuvo que lidiar con la difícil decisión de ingresar a Kate en un psiquiatrico o tener que cuidarla en casa. Eligieron cuidar de ella.

Durante ese tiempo, Patrick estaba muy estresado, pero seguía amando a Kate con todo su corazón. Nunca pensó dos veces el ayudarla, alimentarla y charlar con ella. Con el tiempo la familia pasaba mucho tiempo conociendo a Patrick mientras hacían turnos cuidando de Kate, y se sintieron muy afortunados de que él estuviera cerca.

Así que fue un shock total cuando un día llegaron a la casa y se encontraron con la policía. La puerta principal estaba acordonada, y no tenían permitido entrar. Luego de probar que eran familiares de los habitantes, el oficial a cargo explicó que había sucedido.

Esa mañana, el cuerpo de la Tía Kate había sido encontrado en la base de un acantilado a casi media hora de la casa. Un vecino la había visto conducir hasta el final del acantilado, para luego hacer bajar a un hombre amordazado y con los ojos vendados. En ese momento Kate empujó al hombre al acantilado, y una vez que este cayó, comenzó a reírse desesperadamente.

Cuando la policía llegó, Kate se dio la vuelta, sonrió y saltó del acantilado hacia las afiladas rocas donde golpeaban las olas.

Los policías no encontraron ningún rastro de Patrick; probablemente había sido llevado por las olas. La matrícula de su coche los llevó de vuelta a su casa, donde se estaba llevando a cabo la investigación. Encontraron varios muebles rotos y señales de forcejeo en casa de Kate.

Sin embargo, había algo aún más terrorífico; algo completamente grotesco.

Mientras realizaban la búsqueda por toda la casa, uno de los oficiales descubrió un sótano escondido bajo una larga alfombra. Al abrirlo, descubrieron un cadáver podrido, completamente desfigurado.

El sótano estaba cubierto por desechos humanos, y habían profundos surcos en las paredes, como si alguien hubiese tratado desesperadamente de salir de allí. Incluso habían encontrado uñas clavadas en la madera. Cuando el análisis de ADN y registros dentales fue recibido, comprobaron una coincidencia del 99% con Patrick.

Había muerto 3 meses atrás, probablemente por inanición. Sus largas uñas estaban rotas por arañar la puerta en un vano intento por salir. Los ruidos que había escuchado Kate durante tanto tiempo eran gritos de socorro de Patrick.

¿Quién era entonces la persona que cuidaba de Kate – y quién había sido asesinado y tirado de un acantilado – si Patrick ya estaba muerto?

¿Era un hermano gemelo? ¿Un impostor con el mismo aspecto que Patrick?

Lo más aterrador es que quizá ella estuvo cuerda todo ese tiempo, quizá siempre tuvo la razón y ese impostor estaba viviendo con ella en contra de su voluntad.

Sea lo que fuera, la Tía Kate se llevó ese secreto a la tumba.

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